Esta respuesta para muchos diseñadores es Fácil, quizá podríamos empezar por revisar el correo electrónico y a la vez contestarlo, entrar al facebook para ver el movimiento de nuestra página y revisar los comentarios que se están generando a través de la información que estamos mostrando al mundo…,sí, eso suena bien.
Incluso podría revisar mi cuenta bancaria y hacer una que otra transacción y por qué no, reviso alguna presentación de un pre-diseño que haya mandado a un cliente y de paso dar unas cuantas observaciones del mismo, eso sería útil y lo mejor es que podría hacerlo en cualquier parte, “libertad total” (claro, antes tendría que contratar un servicio de internet inalámbrico o pararme en algún sitio donde lo regalen).
Por otra parte, podríamos calendarizar fechas importantes, tales como eventos, compromisos, cumpleaños, citas y en dado caso que te aburras puedes ver películas, escuchar música, jugar Angry Birds o bien leer el periódico digital o un buen libro, simplemente un estuche de monerías… almacenas tu música, fotos, videos, contactos, etc.
¿Pero? ¿Dónde queda el trabajo como diseñador?
Lamentablemente aun no están diseñadas para soportar programas de diseño, los procesadores que poseen las tabletas en el mercado actual son lentas e incapaces de soportar mucha presión y no hablar de su memoria Ram, aun no alcanzan los niveles que se requieren para su optimo funcionamiento en tareas más absorbentes de recursos.
Aun así no sería fantástico poder editar, trasformar y crear en ellas, plasmando nuestras ideas. ¡Esperemos que en un futuro no muy lejano se pueda!, pero por el momento solo podemos verlas como unos iphone-SOTES, para pasar un buen rato y desempeñar algunas tareas básicas de comunicación.
Javier
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Diseñador Gráfico: Especialista en Identidad e Imagen Corporativa, asesor en Imagen y Publicidad con 7 años de experiencia. |
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