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Diseñadores estudiando, diseñadores trabajando, diseñadores buscando trabajo y diseñadores pensando que hacer con su vida. Muchos creemos que al estudiar diseño nos dedicaremos a buscar trabajo, conseguir dinero y poder tener una vida decente…

Ésta podría ser un tema pretencioso, tocando muchas veces esa utopía que le dará la sociedad al diseño el poder y valor que merece. El punto que persigo es diferente.

Más que buscar una forma de educar al cliente o a la sociedad de que el diseño es más que “hacer dibujitos” o moverle al «Fotoshock», se debería buscar una manera de educarnos a nosotros mismos como la comunidad gráfica Juarense que deberíamos formar.

Como bien decía como introducción; para muchos el camino de trabajar y conseguir dinero para subsistir en estos tiempos donde la economía se torna más difícil, los obliga a centrarse solamente a esta actividad.

Pero la particularidad que tiene esta maravillosa profesión del diseño gráfico, es el enorme potencial de las cosas cuando las personas se organizan. Tenemos como un gran ejemplo a la escuela de la Bauhaus (si, ya se…), quienes lograron definir las bases del diseño gráfico e industrial de la actualidad. Su legado trascendió indiscutiblemente por las grandes mentes que la conformaron y por el ímpetu de impulsar el trabajo y la eficiencia en el área del diseño.

Lo que me parece fascinante es que esta organización comenzó como un ideal, que si bien estaba enfocado a un cambio radical de formas de trabajo y concepción del diseño, nunca perdieron de vista su objetivo de que esta inversión de tiempo y dinero, rindiera frutos para poder vivir del diseño.

Pensar en una organización de diseñadores debe implicar más que plantear cuestiones y presentar problemas, se debe tratar de personas que quieran apoyarse para seguir un ideal que les sea realista y vivir de ello. Vivir de ilusiones no nos dará de comer. Pensar en una organización de diseñadores no debería ser tomado “por amor al oficio”, sino como una inversión, como un negocio, pero a final de cuentas, haciendo lo que más nos gusta hacer.

En México poco a poco están formándose las comunidades y necesariamente tiene que seguir creciendo. No es excusa que por ser México, “todo está mal” o “esas cosas no funcionarían aquí”. A pesar de que la gente en México insista en afirmar que diseñar se trata de “moverle al paint”, éste no es un problema exclusivo; en todo el mundo se viven este tipo de casos donde la labor de un profesionista es menospreciada, por lo que no debemos sentirnos únicos y martirizarnos por la forma en que la sociedad percibe nuestra profesión.

El buen diseño puede cambiar al mundo

¿O ustedes que opinan?


James Nod

Desarrollador Web desde 1999, profesionista con experiencia en el área de programación en PHP/MySQL, Publicidad y Marketing. Actualmente Director Creativo en ICC

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